Mi camino hacia el servicio incondicional

Desde niño, mi vida estuvo llena de retos que, aunque dolorosos, se convirtieron en maestros para mi transformación. Enfrenté el bullying en silencio y pasé años luchando contra enfermedades recurrentes. Sin saberlo entonces, todo lo que vivía era un llamado profundo de mi alma, empujándome a aprender y evolucionar.

Con el tiempo, logré establecer límites en mis relaciones sociales, pero las lecciones sobre la salud seguían siendo esquivas. Pasé por 17 cirugías, tres de las cuales me llevaron al borde de la muerte. En una de ellas, durante un coma de más de 12 días, experimenté algo extraordinario: una experiencia cercana a la muerte. Allí, el Arcángel Miguel se reveló ante mí, mostrándome un camino que jamás había considerado. Desperté con una intriga profunda y, con el apoyo de una angelóloga, descubrí que mi propósito estaba ligado a la espiritualidad y al servicio incondicional.

Aun así, no tomé del todo en serio este llamado hasta que la vida me puso frente a otro punto de quiebre. Durante la pandemia, viví mi “noche oscura”. Enfermé gravemente de COVID-19 y pasé tres meses y medio en terapia intensiva, intubado y con traqueotomía. Cada día parecía un milagro sobrevivir. Perdí a seres queridos, mi salud se vio afectada con fibrosis pulmonar, y también perdí mi empleo.

Pero no perdí la fe. Contra todo pronóstico, me recuperé, y en ese momento prometí no posponer más mi verdadero propósito. Estudié Numerología, me formé como Master Reiki y descubrí la Tanatología, una disciplina que me mostró el camino amoroso de la sanación emocional, espiritual y mental. Decidí convertirme en Tanatólogo profesional, completando una Maestría en Tanatología.

Hoy sirvo con gratitud y plenitud.

Me siento feliz, pleno y en salud, haciendo lo que me apasiona: acompañar a otros en su propio proceso de sanación. Como Tanatólogo holístico, integro diferentes disciplinas para ofrecer terapias transformadoras, donde mis pacientes pueden descubrirse, aceptarse y amarse desde una perspectiva más espiritual.

Mi misión es clara: ayudar a cada persona que llega a mí a mirar y amar su esencia, sanar sus heridas y vacíos emocionales, y protegerse con amor y compasión. Estoy aquí para guiarte en tu camino hacia la sanación y el autodescubrimiento.